jueves, 6 de julio de 2017

LIBERTAD, FRATERNIDAD IGUALDAD, UNIDAD

LIBERTAD, FRATERNIDAD IGUALDAD, UNIDAD
"Soy socialista sin duda, si se quiere entender por socialista la doctrina que no sacrifica ninguno de los términos de la fórmula Libertad, Fraternidad, Igualdad, Unidad, sino que todos los aúna".
Pierre Leroux, en el siglo XIX, atinó a reunir los conceptos que han de marcar nuestro modelo de agrupación política. Hablando de primarias, ninguna organización garantiza tanto la libertad de elegir y ser elegido como el PSOE. Libres de presentarnos y libres de avalar al que creamos que debe dirigir nuestra organización. Competimos, además, en igualdad. Igualdad de reglas. Todos los que deseen ser elegidos han de ser avalados, como mínimo, por el diez por ciento de militantes. Igualdad de oportunidades para dirigirse a los compañeros y recabar su apoyo. Teniendo claros estos conceptos, los socialistas fallamos al quebrar los otros dos. La fraternidad y la unidad, sin las cuales no se entiende un movimiento social y político que ha procurado  las mayores cotas de bienestar social a los ciudadanos. He dicho, alto y claro, que no reconozco socialismo en quien no ve en su compañero un hermano. Y también que en momentos puntuales, como los procesos de primarias, discrepamos sobre el quien o el cómo y cuando, pero nunca sobre el qué. Y el qué es el que, tras esos procesos coyunturales, el día después, ha de devolvernos la obligatoria unidad.  Estaba orgullosa hasta casi ayer de que en Canarias se había cortado la mala imagen que proyectamos en el proceso federal de primarias.  Porque casi ayer volvió la indeseable diatriba pública, sin altura ni necesidad.
Y mira que son buenos los tres candidatos. Angel Victor, profesor, bregado en la,administración local y en el parlamento nacional. Juan Fernando, posiblemente la persona más inteligente que conozco, bregado en el parlamentarismo nacional y europeo. Y Patricia, una parlamentaria nacional y autonómica brillante, valiente y cercana.  Los tres tienen experiencia de gobierno, y también de gestión orgánica.
En esta ocasión no he dado razones públicas de por qué razón apoyaré una candidatura frente a las otras, pero si que la opción se basaba por razones objetivas y no porque las otras candidaturas estuvieran contaminadas con valores distintos de los que encabezan este escrito. Apoyaré, y lo digo ahora, a Patricia, por las mismas razones que apoyé a Susana, pero salga quien alga, al minuto uno me pondré a disposición de mi Secretario o Secretaria General.
Mi gozo fue, pues, un rayo de esperanza de nuevos/viejos modos al menos hasta casi ayer. Pido, por favor, volver a la discreción del principio. Flaco favor le hacen a su candidato quienes se enzarzan en público, de nuevo, en debates bizantinos que nada aportan al socialismo. Por el bien de todos, lo ruego. Una vez mas.

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