¿QUÉ PASA CON EL CENTRO CULTURAL TABAIBA?

Los socialistas estamos consados de pedir respuestas al grupo de desgobierno sobre el espacio escénico del Centro Cultural Tabaiba, es decir, sobre la obra eterna, interminable, de terminación de un centro cultural que se debe a los socialistas, hace más de veinte años. Y el Ayuntamiento oculta con su oscurantismo una obra inexistente, financiada por el Cabildo, y de la que nunca se ha responsabilizado, con la que teóricamente se iba a terminar una de las plantas del Centro cultural: el espacio escénico. Dejaron pasar años y años hasta que el dinero fue insuficiente para resultar atractivo a ninguna empresa. Luego pidieron hacer la obra el propio ayuntamiento. Siendo consejera, pedí una ampliación de la asignación, para que la obra fuera hecha por unaempresa, porque sabía lo que iba a ocurrir. Y ya lo ven: el dinero ya no está y la obra no se ha hecho. Califiquen ustedes el hecho.

De entrada, hay que decir que es inadmisible que en grupo de gobierno de AIS-CC, con su alcalde a la cabeza, haya dejado pasar más de veinte años en completar las instalaciones del Centro Cultural Tabaiba de San Juan de la Rambla, y que, en la actualidad, pese a contar con una subvención del Cabildo para realizar el espacio escénico desde hace ya tras mandatos, aún no sólo no lo haya realizado, sino que oculte sigilosamente lo que se ha hecho y en qué se ha invertido el dinero.
También es inadmisible que AIS-CC haya demostrado una dejación terrible respecto a la cultura, siendo en la actualidad San Juan de la Rambla el único municipio de la isla que no tiene un salón de actos o espacio escénico en condiciones, debiendo las pocas entidades culturales que sobreviven, ingeniárselas para hacer sus presentaciones y actuaciones en condiciones precarias o desplazándose a otros municipios limítrofes.

Cuando yo misma alerté a la primera Corporación Insular de la insentsatez que suponía dejar en manos de AIS-CC la realización de las obras del Centro Cultural, dada la manifiesta incapacidad e inoperancia que venían demostrando los nacionalistas en la gestión cultural y de obras en el municipio, mi advertencia cayó en saco roto en aquel momento, pero el tiempo, lamentablemente, nos ha dado la razón.

Los socialistas hemos esperado pacientemente que la obra se concluyera y fuera presentada y puesta a disposición de los vecinos y vecinas, así como de las distintas instituciones culturales del municipio, pero nuestra espera ha sido en vano, porque no sólo la obra no se ha concluido, sino que, pese a nuestras reiteradas demandas, el oscurantismo impera sobre lo realizado en el recinto, que permanece cerrado a cal y canto a salvo de las miradas que queremos arrojar luz sobre el gasto realizado con presupuesto de la primera Corporación Insular.
No es normal que a la desidia se una el oscurantismo, porque por más que hemos demandado información, e incluso visita a las obras, quien tiene la obligación de informar, que es el grupo de gobierno encabezado por el alcalde, no sólo no lo hace sino que oculta sigilosamente lo realizado en el interior del inmueble, que aparentemente, en la actualidad, sólo ha servido, en su piso inferior, para guardar el vehículo particular del teniente de alcalde, don Marcos Abreu Oramas.

Ya es hora de que el grupo de desgobierno dé un informe detallado de lo realizado y de lo que queda por realizar, y que inmediatamente se disponga, dada la urgencia del tema y la dejación reiterada, aunque sea de los fondos municipales, lo necesario para la finalización de lo que sea que se haya hecho en el inmueble,; todo antes de seguir con esta actitud desidiosa y ofensiva para los que vemos, desesperados, como los gestores de los dineros públicos los administran tan nefastamente.

Y aunque sé que caerá en saco roto, los desgobernantes tiene la obligación de darnos explicaciones urgentes que arrojen luz sobre la inoperancia, el reiterado oscurantismo y la opacidad de su gestión y la falta de respeto a los vecinos por no resolver un asunto durante tantos años y no atender a una de las necesidades más perentorias del pueblo, así como están obligados a poner a disposición de los ciudadanos y ciudadanas unas instalaciones que son absolutamente necesarias y que en la actualidad son un vivo botón de muestra de la dejación y la desidia que acompaña las actuaciones municipales en materia cultural.