Algunas cosillas chirrían en nuestro municipio. Y tienen que ver con las perrillas. Estamos hablando de cantidades distintas, en muchos ámbitos, no demasiado elevadas, pero muchos poquitos hacen un mucho. Y los que manejan el dinero de otros están obligados a dar cuenta del uso que se le da a ese dinero. Hablamos de cobros por servicios variados prestados por el ayuntamiento, para los que incluso el ayuntamiento recibe dinero público en forma de subvenciones. Y luego, además, se cobra a los usuarios. Y las cuentas no salen. Y además, no se explican, no son públicas.
Como para muestra basta un botón, hablemos del reciente Torneo de Fútbol.
Aparte del presunto "tongo", bien deliberado, bien por mala organización (por cierto, a veces debe aplicarse, a los encargos hechos por este grupo de desgobierno a chiquillos con responsabilidad dudosa, el viejo refrán de: "El que manda chicos a vendimiar, ...") debemos decir algo respecto al oscurantismo, a la opacidad del dinero empleado en el Torneo frente al dinero con el que se contó para organizarlo. Aparte de posibles subvenciones, cada uno de los equipos participantes tuvo que pagar, por derechos de inscripción, 100 euros. Diez equipos a 100 euros hacen 1000 euros. Y durante el torneo, nada justificó este dinero, ni otros que se pidieran para la organización del mismo. Ni agua para los chicos, ni un bocadillo, con un único balón para jugar... vaya, que la intendencia fue de pena. Más parecía un torneo organizado por los propios chicos, sin medios, que un torneo realizado desde el ayuntamiento, con presupuesto.
La pregunta es: si no hubo intendencia de ningún tipo, ¿para qué se usó el dinero?
Estas cosillas son las que hacen que sea necesaria, cuanto antes, la transparencia en la gestión de detemrinados eventos municipales... y ya hablaremos de algún otro.
Y si no quieren que se diga nada, den cuenta del presupuesto (ingresos y gastos) del evento. Aunque no caerá esa breva. Ya vemos qué es lo que pasa con el agua....
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