sábado, 20 de julio de 2013

LA ECOLALIA DE LOS DESGOBERNANTES: ORDENAR LA CASA


Dice la wikipedia que "Ecolalia (del griego ἠχώ, "eco" y de λαλιά, "habla" o "charla") es una perturbación del lenguaje en la que el sujeto repite involuntariamente una palabra o frase que acaba de pronunciar otra persona en su presencia, a modo de eco. Es un trastorno del lenguaje caracterizado por la repetición semiautomática, compulsiva e iterativa de las palabras o frases emitidas por el interlocutor e imitando su entonación original". Pues estos personajes que nos desgobiernan tienen, todos ellos, esa perturbación. Todos y cada uno, un dia si y otro también, vienen caracterizándose por repetir nuestros argumentos, nuestros dichos, nuestras palabras y, sin nos apuran, hasta nuestros gestos. Como dice una de nuestras mejores militantes, y el portavoz del grupo de desgobierno me ha reconocido muchas veces "les hemos enseñado mucho". 
Pues eso. Hoy le toca el turno al término "ordenar la casa". Cuando llegamos, dijimos que nos iba a costar un tiempo ordenar la casa. Se puede consultar las hemerotecas, que no engañan. Y estos desgobernantes han imitado, entre otros, este término, y ahora nos aplican lo que tuvimos que decir nosotros ante el desastre heredado. Vamos a ir contándolo poco a poco, ahora que ya han sobrepasado el medio año de gobierno.
La primera dificultad fue la ausencia de traspaso. Solo se reunió con nosotros Borges (recuerden que esperé cuatro años para tener una reunión con Reyes y nunca se produjo) dos días antes de la toma de posesión, pedida insistentemente porque teníamos que organizar un acto que no querían organizar,  y por todo traslado de poderes nos dió ¡una bolsa de pins! Pins que mandaron a hacer cuando vieron los de plata que obsequié a los miembros de mi candidatura de 2007 y de los que nunca, nunca, tuvimos uno siquiera los concejales socialistas. 
No sabíamos por donde empezar. Y contratamos a una empresa para que estudiara lo que no nos habían contado y que nos dijeran qué había que ordenar, priorizar y cómo hacerlo. No una auditoría, que no contratamos, así que no se jacten de que no había nada que sacar, porque lo que se descubrió, que no fue poco, no fue porque estuviéramos tarde enteras revisando facturas, sino que estuvimos tardes y noches enteras estudiando la desastrosa organización y administración que habíamos heredado y como encaminarla. La auditoría siempre habrá tiempo de hacerla. Algunos delitos no prescriben. 
Y es bueno comparar. 
Por ejemplo, los 600.000 euros de facturas impagadas que heredamos, que se redujeron, en nuestro traspaso, a unos escasos 100.000. Y eso porque Mesa no quiso hacer juntas de gobierno las últimas tres semanas, ni se han cumplido los decretos de pago que dejé firmados, con lo que esa deuda se hubiera quedado en la mitad. 
Por ejemplo, que esas facturas eran un amasijo informe sin fecha de entrega y que estaban incluso traspapeladas, mientras que una de las primeras medidas, fruto de la consultoría, que tomamos, fue el registro riguroso de cada una de las facturas y seguir ese registro para pagar. 
Por ejemplo, firmar el convenio y el acuerdo, que hay que recordarle a Marcos que era la condición mediante la cual se desbloqueaban unos presupuestos, suyos, que estaban bloqueados, impugnado por los funcionarios municipales, por no haber cumplido la legalidad. Igual que los actuales, sin ánimo de comparar. Qué manía la de este concejal de no cumplir con la ley.
Por ejemplo, del dinero que dicen que dejaron en caja, hubo que aplicar el correspondiente al descuento salarial de tres años a los empleados, para bajar la deuda, cosa que no habían hecho, con lo que ese dinero que siempre decían que habían dejado estaba absolutamente comprometido. 
Bajando la deuda, pagada por nosotros, les hemos dejado un municipio que, en estos momentos, tiene sólo 120.000 euros de deuda a un banco (menos que mi hipoteca), con lo que cada ramblero o ramblera tiene una deuda, gracias a nuestra gestión de pago, de unos 50 euros nada más.  
Y gracias a ese orden en ingresos y gastos, pueden jactarse de un presupuesto de 5.200.000 euros, mucho mayor que el que nosotros pudimos hacer, aunque ya iremos desgranando por qué ese presupuesto no es cierto en sus números. 
Y por hoy les dejo. Miren las hemerotecas. Ordenar, ordenamos la casa nosotros. Particularmente rehabilitamos la Alhóndiga y medio edificio del ayuntamiento del casco, precisamente donde se han dado tanto pisto estos días y donde han vuelto a repetir, con su ecolalia manifiesta, que están ordenando la casa. Ordenen la suya, su casa, porque la del ayuntamiento,  la de todos, se la dejamos ordenada. Y por eso ahora pueden presumir. Y, por cierto, cuiden de la trastienda.

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