Ando estas fechas con el corazón partido. Pensando que quién me mandaría a mí a compartir una profesión que tanto amo, la educación, con una vocación, la del servicio público, que tantos sinsabores da, pero donde hoy en día es más importante que nunca mostrar la diferencia entre quienes la vemos como servicio público y quienes la ven para el beneficio privado. He hecho una entrada en facebook recordando a una parte de mis alumnos, los niños y niñas que tanto me dieron durante los años que estuve en el Colegio Público Las Delicias, en el distrito 4 de Santa Cruz. Ha sido emocionante recibir el recuerdo cariñoso de parte de esos alumnos y alumnas. Pero uno de ellos me acaba de escribir esto, y me ha autorizado a hacerlo público. Estoy emocionada. Es lo más hermoso que me han dicho desde que un compañero de él, hoy docente, me dijo que agradecía que les hubiera enseñado a ser personas cabales, buenas personas. Dice así lo que me ha escrito:
Fide:
Leyendo tu
entrada en el facebook estaba recordando una historia, que seguro que te
apetece leer, por la cuenta que te trae…
Cada trimestre, mi hijo, que es un empollón como lo era el
padre, me trae las notas y todas las asignaturas son sobresaliente. Al margen
de las notas, siempre hay una nota de la maestra en la que me dice que … (así
se llama mi hijo), es un niño “encantador”, “educado” y “amable”, muy querido
por sus compañeros y por ella misma.
Entonces, y después de felicitarle por sus fantásticas notas,
siempre le hablo de ti. Le digo que tuve una maestra (me encanta esta palabra)
en el cole, que nos enseñó que éste era un sitio en el que se venía a aprender,
sí; pero lo más importante, aprender a ser buenas personas en la vida, y que ya
tendríamos tiempo en el instituto y la universidad de elegir una profesión a la
que dedicar nuestra vida. Él me mira como nosotros te mirábamos a ti, pensando
seguramente, que lo importante son las notas. Pero estoy seguro que cuando sea
mayor, se acordará de las historias que le contaba su padre de su MAESTRA.
Sirvan estas palabras como sentido homenaje a la maestra más
importante en la vida de muchos niños de mi época, por si algún día, en estos
días inciertos políticamente hablando, te surgen dudas sobre tu hacer.
Un beso muy
fuerte,
¡¡¡¡MIL GRACIAS!!!!
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