martes, 5 de septiembre de 2017

LA FIESTA DE LAS ROSAS DE ESTE AÑO Y EL PODER DE LA VOLUNTAD: GRACIAS, DOÑA ISABEL Y DOÑA NENA


LA FIESTA DE LAS ROSAS DE ESTE AÑO Y EL PODER DE LA VOLUNTAD: GRACIAS, DOÑA ISABEL Y DOÑA NENA
Decía Albert Einstein que hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad o la energía atómica: la Voluntad. Hay personas cuya fortaleza de espíritu les permite superar las diferentes circunstancias malas, en algunas ocasiones terribles, que les toca vivir. Son personas ejemplares, que pasan por la vida dando ejemplo de voluntad, y que con esa voluntad superan todo tipo de obstáculos. Podrían ser maestras de mucha gente, si se tomara como ejemplo sus vidas. Maestras en superar situaciones y vencer los obstáculos, a base de trabajo esforzado, casi inhumano a veces, en aras siempre de favorecer a los demás, de defender la familia, de no decaer. Ejemplos vivientes, aunque no se vean como tal, y precisamente por eso, porque lo que creen normal es un ejemplo de vida. La voluntad hoy se dice que se trabaja. A estas personas a las que me refiero, la vida las puso en la obligación de fortalecerla, porque no les dejó otra alternativa. Era eso o la catástrofe, para ellas y para sus familias. Dicen también que con la voluntad, con el sacrificio y con la renuncia es posible superar la pereza y las malas costumbres. Pero estas personas, con lo que tuvieron que superar y contra lo que tuvieron que luchar, ni tiempo tuvieron para tener, ni pensar, en ser perezosas o adquirir malas costumbres. Responsables, a veces sin poder, ofreciendo lo mejor de sí mismas para los demás, dedicadas a mejorar su entorno, con constancia y fortaleza, son una referencia constante de lo mejor de nuestro pueblo.
Cuando doña Isabel, ante la ausencia de comisión para Las Rosas el año pasado, vino a decirme que se iba a encargar de nuevo de la Comisión, y me dijo que la fiesta salía, con esa confianza en ella misma con la que ha salido adelante más de ocho décadas, yo la creí. Su fortaleza me hizo creer que así iba a ser. La participación de doña Nena me redobló la confianza. Cada vez que doña Isabel venía y me reiteraba que la fiesta iba a estar buena y que todo saldría bien, porque todos los vecinos la estaban ayudando, y lo decía con el mismo convencimiento con que trabajó denodadamente para sacar adelante su familia, yo estaba convencida que lo haría bien y que todo saldría como ella aseguraba. Y así fue. Este es el poder de la voluntad de nuestro pueblo, de nuestras mujeres, y por ello les doy las gracias y me siento muy honrada de ser su vecina. Y les pido que sigan siendo nuestra referencia, la referencia de los valores que ellas heredaron de sus mayores y que les toca transmitir a los más jóvenes. Como la nueva comisión, que estoy segura que es una excelente comisión, porque los conozco y sé que darán lo mejor de sí mismos. Y si flojean, les pido que miren para doña Isabel y doña Nena. Porque son el ejemplo de la voluntad de llevar a término empresas muy difíciles. A ellas miro yo también. Gracias.



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