viernes, 9 de junio de 2017

LA HUELGA DE ESTIBADORES, LA SOBERANIA ALIMENTARIA Y EL RIESGO DE DESABASTECIMIENTO


El concepto de soberanía alimentaria fue  llevado al debate público con ocasión de la Cumbre Mundial de la Alimentación en 1996. Desde entonces, dicho concepto se ha convertido en un tema relevante del debate agrario internacional, incluso en el seno de las Naciones Unidas. Fue el tema principal del foro ONG paralelo a la cumbre mundial de la alimentación de la FAO de junio del 2002.

La soberanía alimentaria se opone a las políticas neoliberales que priorizan el comercio internacional frente al derecho de los pueblos a producir sus alimentos y a elegir productos de cercanía. No solo no han contribuido a la erradicación del hambre en el mundo sino que han incrementado la dependencia de los pueblos de las importaciones agrícolas, y han reforzado la industrialización de la agricultura, peligrando así el patrimonio genético, cultural y medioambiental propio así como nuestra salud. También han empujado a centenas de millones de campesinos a abandonar sus prácticas agrícolas tradicionales, al éxodo rural o a la emigración al aplicarse acuerdos internacionales (OMC), regionales  o bilaterales de "libre"cambio de productos agrícolas que permiten a grandes empresas el control del mercado globalizado de la alimentación. Las importaciones a bajos precios destruyen la producción alimentaria y la economía agrícola local. Es el caso, en Canarias, de la leche y la carne, papas, cereales y hortalizas importadas, con subvención de hasta el 100%, lo q hace imposible la competencia a los productores locales.
El acceso a los mercados internacionales no es una solución para los campesinos El problema de nuestros campesinos es antes que nada la falta de acceso a sus propios mercados locales, porque las importaciones subvencionadas hacen que no puedan competir en precios. En estos momentos, sólo producimos aproximadamente el 8% de lo que consumimos. Queda un nicho productivo enorme para el crecimiento del sector primario que, además, proporciona el empleo más estable de todos. Esta terrible situación productiva (se entiende que se puede hablar de soberanía alimentaria cuando el autoabastecimiento alcanza aproximadamente el 50% del consumo) se agrava en territorios aislados y fragmentados como el nuestro, que depende en más de un 90 por ciento de lo que nos viene de fuera, cuando aparece una crisis que amenaza con impedir o ralentizar la entrada de las importaciones, como la actual huelga de estibadores. Terriblemente grave una situación ante la que el gobierno no ha tomado medidas estructurales, de forma q nos fuéramos acercando a esa soberanía, ni coyunturales, porque a fecha de hoy no han dicho nada de como garantizar el aprovisionamiento de una población que parece no darse cuenta de lo que nos puede venir encima. Un gobierno incapaz de abordar el problema, preocupado por romerías y festejos varios. Una de dos: o yo me preocupo mucho, o hay una envidiable inconsciencia en quienes han de prevenir y resolver. Envidiable porque dicen que ojos que no ven, corazón que no siente. Pero presiento que lo vamos a sentir. Y mucho.

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