Ayer tuve el placer de despedir al SECRETARIO del Excmo. Cabildo Insular de Tenerife, que se jubila tras muchas décadas en la función pública. José Antonio Duque es un caballero y un funcionario ejemplar, que no es ajeno a esa excelente escuela de funcionarios que es el Cabildo de Tenerife. He puesto muchísimas veces a los funcionarios del Cabildo como modelo de funcionarios de la Administración Local. No es fácil encontrar esa mezcla feliz de profesionalidad y buen talante, y el Cabildo lo tiene. Y José Antonio Duque no es ajeno a ello. José Antonio, además de un extenso y profundo conocimiento jurídico, es un hombre bienhumorado (ayer lo demostró con creces) y, sobre todo, un tinerfeño de pro, que ayer, en su breve discurso, puso a Tenerife como paradigma de lo mejor. Como dijo García Cabrera, que también amaba a Tenerife, no en balde fue consejero de la primera Institución Insular y nos legó en su Vuelta a la Isla las mejores definiciones de nuestros pueblos, Tenerife es una "estafeta de bonanzas", y José Antonio así la definió, con varios ejemplos. Habló del Tenerife heroico y valiente, que se enfrentó a un gobernador civil de infausto recuerdo (fue incapaz de recordar su nombre y yo creo que lo mejor que hace la memoria es olvidarlo) que se atrevió a ofender al Cabildo y a la isla promoviendo el cese del presidente, lo que provocó una gran manifestación de toda la sociedad tinerfeña en pleno franquismo. Habló de la institución rigurosa, que promovió estudios administrativos, auténticos hitos jurídicos. Habló del Cabildo audaz, que apuesta por retos importantes para la modernización de la isla. Pero donde estuvo auténticamente magistral fue en el cierre de su breve discurso, que apenas pudo esbozar, interrumpido por los vítores de un auténtico club de fans. Voy a intentar ser lo más fiel a lo que dijo, en lo q para mí fue una auténtica declaración de pasión por Tenerife y por su primera Institución. Lo intento:
"...el mundo, en estos momentos, está algo disparatado. Eso se ve en las conductas de algunos dirigentes, como el presidente de Estados Unidos. Yo si propongo que, en el supuesto de que la Unión Europea se venga abajo, en el supuesto de que el Estado Español se venga abajo, nos mantengamos en Tenerife unidos. Y que, a falta de todo eso que se viene abajo, nos aferremos al Reglamento Orgánico del Cabildo, que sería como nuestra Constitución".
Detrás del humor del discurso, en este párrafo último subyace la más profunda confianza en Tenerife, en la unión de los tinerfeños, en el papel del Cabildo y en el rigor de sus instrumentos. Yo sé que la mía es una pequeña voz dentro del contexto Insular, pero me atrevo a decir que si alguien merece ser declarado Hijo Predilecto de la Isla, por ese amor y esa pasión en la defensa de lo que es la isla, ese es el Secretario, José Antonio Duque. Ahí lo dejo, por si alguien lo recoge. Gracias por todo y hasta siempre, sr. Duque.
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