He explicado muchas veces que dejé de apoyar a Pedro Sánchez porque muchos de sus seguidores optaron por apoyarlo mediante el más puro estilo hooligan, insultando e intentando ensombrecer a cualquiera que pensaran que le pudiera disputar el liderazgo. No dejé de seguirlo repentinamente. Lo hice después de advertir muchas veces que ese no era el camino. Por supuesto, esa advertencia hubiera tenido efecto si se hubiera hecho desde más arriba; pero el líder se ve que no tenía tiempo de eso. Así que hice lo que muchos: me fui a donde se garantizará que se iba a respetar la tradicional e histórica fraternidad del PSOE.
Ganó Sánchez y, desde aquella noche, es mi Secretario General. Este blog tiene varias entradas diciéndole, osada de mi, lo que entendía que había que hacer para unir al partido y volver a ganar la confianza de los ciudadanos. Otras prioridades interrumpieron esa serie de entradas, pero dado el cariz que toman los acontecimientos, la voy a retomar. Me refiero al mal ganar de muchos de sus seguidores, que siguen insultando públicamente, que siguen ofendiendo a la otra parte del partido y que conculcan gravemente nuestras normas internas. He tenido varios enfrentamientos públicos pidiendo respeto para el partido a compañeros irrespetuosos y ofensivos. Y voy a seguir haciéndolo. digo alto y claro que aquellos compañeros que conculquen el artículo 15 de nuestro Reglamento de Afiliados me van a tener enfrente. Porque este partido ha costado mucho sacrificio durante casi 140 años y porque yo he aportado parte de ese sacrificio. Y porque este partido hace mucha falta en este país, porque cuando ha gobernado ha cambiado las cosas, y con este comportamiento los ciudadanos no confiarán en nosotros. Así que, avisito a navegantes: quienes sigan abriendo brechas en el casco de la nave, me van a tener enfrente. Públicamente, porque las ofensas las hacen en público. Me pueden bloquear, insultar, amenazar o calumniar: voy a seguir pidiendo respeto a quienes irrespetado a esta organización. Avisados quedan.
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