domingo, 14 de enero de 2018

¿VOTOS SIN RESPETO O RESPETO SIN VOTOS?



VOTOS SIN RESPETO O RESPETO SIN VOTOS
Últimamente alguna persona se ha permitido faltarnos al respeto a los socialistas aludiendo a que nos votó. Esa manifestación no es comprobable. Sobre un voto secreto depositado en una urna nunca hay seguridad, salvo que el apoyo vaya más allá de la simple manifestación verbal. Pero supongamos que dice la verdad. Debo hacer tres consideraciones. La primera, que la grandeza de la democracia es que un voto es igual a otro voto. No hay voto aristocrático ni de clase más elevada que otro. La segunda, que el voto es secreto y si uno lo recuerda, no ha de ser para hostigar o insultar, sino, en todo caso, para servir de testimonio de por qué se votó o se pidió el voto. La tercera es que, dada la tesitura, prefiero el respeto sin voto que el voto sin respeto. El primero contribuye a la convivencia, nos hace buenos vecinos y permite compartir y conversar pese a las diferencias. El segundo, no. Es malo el voto sin respeto porque no contribuye a la convivencia y se vuelve en contra de la razón y de la necesaria equidad. Por supuesto que el peor de todos es el no voto irrespetuoso. Eso lo sufrimos durante casi 30 años y es de triste recuerdo en San Juan. 
Llevamos tanto tiempo en estas lides, que tenemos ejemplos múltiples a lo largo de estos años. Doña I. vota a otra opción política. Nos hizo un desaire en 2011, cuando empezamos a gobernar. Le explicamos que no era buena la actitud, desde el respeto y la dignidad, y seguimos tratándola con ese mismo respeto y dignidad que merecen nuestros vecinos. Doña I. es nuestra amiga. Entendió perfectamente nuestro mensaje. Sabe que lo otro no hacía bien. Doña I. seguramente sigue sin votarnos. Pero, educada en el respeto, nos regala cada vez que la vemos lo más preciado de nuestro pueblo: la buena crianza y la armonía. La conversación con ella y otras personas similares, no votantes, don J., Don Carlos.,  doña P. ,doña C., don L... son posibles y constructivas. No sé a quién votan. No me hace falta. Son mis vecinos, me aportan buena convivencia, nos damos las buenas horas y conversamos cuando nos vemos. Alguna vez recurrimos unos a otros. A veces es preciso y saludable un abracito. Son mis vecinos, los que han heredado la buena crianza de antaño y la han recuperado. A ellos y a mi nos mejora la vida, y la mejora a la colectividad, saber que podemos conversar como vecinos, aunque nos separan las ideas. O no tanto. Por eso digo que prefiero respeto sin votos que votos sin respeto. 
Y luego están los votos con respeto. Son personas que están ahí, que nos animan, nos preguntan, nos sugieren, se interesan sinceramente por nosotros y por el municipio y optan por un comportamiento constructivo. No nos dicen qué vas a hacer para darme respuesta sino plantean en qué puedo ayudar. Esos no son una preferencia. Esos son un tesoro. Son el gran tesoro de SJR. No sé si otros partidos tienen votantes como esos. EL PSOE los tiene y es nuestro gran orgullo y el mejor motor. Gracias!!!!

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