Ocurrió que hace unos meses un empleado municipal solicitó, de forma preceptiva, su prejubilación, para que se tramitara por la administración su sustitución. Y ocurrió que se abrió la convocatoria pública para seleccionar al sustituto. Y ocurrió que, antes siquiera que se celebraran las pruebas, miembros de determinado partido, haciendo alarde de una reprochable y anti-ramblera maldad (porque los rambleros no somos así) por si mismos y mediante mercenarios que usan para poner práctica el modo más bajo de hacer política pusieron en tela de juicio el buen hacer del tribunal y calumniaron a algunos candidatos y a este grupo de gobierno. He callado hasta hoy. Ayer se hizo pública la relación de calificaciones. Y ha llegado el momento de decir que ese partido, que usa mercenarios para sus infamias, mintió y difamó al personal municipal, a algunos candidatos y a nosotros, como gestores electos de la cosa pública. Gente mala, muy mala, que no quiere a su pueblo ni respeta la institución local ni a los vecinos. Espero que rectifiquen y pidan perdón. Porque si no lo hacen, a la maldad le sumarán la soberbia y la cobardía. Muy lamentable.
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